29/11/10

Y estuve enamorada del amor, si.
Estuve enamorada de las noches noctámbulas, de las caricias eternas, de los besos etéreos.
Estuve enamorada y no me importaron ni el tiempo ni el sueño ni el mundo.
El mundo era otro y no se llamaba mundo.
Estuve enamorada de esa complicidad única, de esa conexión inevitable, de esos ojos imposibles.
No era tangible ni medible
no tenía una superficie exacta pero tenía una exactitud que daba miedo, terror.
Y estuve enamorada del amor, si
y es tan finito como infinito que hay que vivirlo
hasta el último segundo
hasta la última lágrima
hasta el último suspiro
y cuando el gemido termine
y cuando el último aullido de placer sucumba
sucumbe el amor.

15/11/10

La noche estuvo bien, como un respiro de medianoche y una sapada del alma. Risas miles hubo y un par de lunas. También un par de esos y de aquellos. Más bien una nebulosa de ideas, de almas y choques extrasensoriales. Principalmente esos últimos que un par perciben pero no difunden, por las dudas, para no romper vasos ni en llanto. Para no romper en llanto.


Y la noche estuvo bien eh, con altibajos, cabizbajos, corcheas y semifusas, musas, surcos de paz y agujeros de insistencia burda, puta, asquerosa. Y los ojos volaban un poco, siguiendo una órbita que muy pocos entendían, pero sabían que estaba pasando y lo disfrutaban casi orgasmicamente. Y hubo un par de orgasmos, así medio quedados en grititos ahogados que uno solo escuchó y prefirió olvidar, prefirió empujarlo por el aire y que rebote en una pared y estalle, porque los orgasmos que vienen en par son como burbujas para los que las ven, y aveces violetas.


Y estuvo bien hasta que deje de entender de dónde salía esa luz que iluminaba mal y de dónde salían los gritos que sonaban en mis oídos y nadie más escuchaba. Empezaron las esquivadas y las evasivas, los globos se iban desinflando y el sonido del descorche era reemplazado por el sonido de una canilla eterna y un par de platos rotos, las risas desaparecían con los pájaros, los roces de las pieles eran ásperos y el vaso estaba vacío y nadie lo llenaba. Nadie.


Así con el vaso vacío y los ojos para adentro emprendí un viaje sin retorno a la inexorable duda del color. Porque el color es duda hoy por hoy y ya no sé si lo que siento es un vaso vacío o una necesidad casi agotadora de que me coloreen toda con crayones, toda con marcadores, toda con pinturas y me regalen una noche de puro arte y poder siquiera llegar a pensar que mi vaso está vacío y que mis ojos están para adentro y que las ondas de las ondas que me llegan por el aire cada vez son menos interesantes.
Y no me engañas vida con esas zampadas que te haces de voracidad adolescente
esas hormonas que vuelan por el aire y se hacen ver
porque les gusta ver los ojos desorbitados
las manos temblando
las piernas rozando
y todo erectándose por las dudas
y todo erectándose para ver qué onda.
A mi no me engañas
y las hormonas me chupan hasta el último roce de pieles
hasta el último cigarrillo y a la cama.

1/11/10

En una tibia playa situada en el centro de tu ojo izquierdo hay un pájaro negro.
Silva las noches negras y desaparece en los vientos del alba volando a otros horizontes, otros cuerpos, otras piernas, otros ojos. Desaparece su contorno pero su aleteo perdura en tus pestañas y en tus lágrimas.
Como daga de bronce, siento que a veces regresa y clava sus garras y pico en la herida mas abierta de mi ser. La única firme tierra, es la isla que encontré en tu regazo.
En la isla hay nubes, flores y montañas como hologramas que desdibujan el paisaje real y tangible de mi piel contra la tuya, de mi piel contra tus piernas, de mi piel. Arbolean las hojas y hablan así con un nuevo atardecer. Cuando tus ojos se cierren, caerá la noche y solo veré las lineas de tu figura con la ceguera de mis recuerdos.

Amor 77

Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.


Claramente y sin darme cuenta, estoy plagiando a Cortazar. Perdón, pero, me haces sentir tan yo. Sí, le estoy hablando a tu espíritu que anda por mis libros, mis manos y alma.
Un día mas, un mes mas y Primavera
mi piel transpira manchas de colores
manchas de algo que fue
y se rompió
como un vidrio de mosaicos eternos
o una plancha de caramelo medio amargo
o la rama de aquel árbol que tratamos de trepar
y no alcanzamos
el tiempo corría
nos apuraba
y nos bajamos
y cada uno camino para su lado, sin mirarse.
Un día mas
y música mala
porque, la buena te hace pensar
y acá pensar es lo de menos
hay que ducharse, vestirse
agarrar el pedazo de delineador barato que te queda
pasártelo por los ojos rápido tratando de no lastimarte
pero lastimándote
y salir al vacío de un día normal.