28/4/12

La señora con su flor empapada
va caminando
como si el tiempo la persiguiese, le retumbara, la envolviera.
Tap tap tap, pasitos y el hueco sonido del vacío
del asfalto gris muerte
de la madera húmeda, casi extinta.
El cadáver de flor, ida, sin importancia
con ápices de lo que alguna vez fue
enredada en brazos, en plástico
y el retuerce  manos que chupa su amarillo
su rojo, su recuerdo de vida.
Ay, y el vacío, ese vacío
que nace en la panza
y muere en el abismo.
Gracias por convertirme
en un recuerdito de vida. 

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