29/9/11

La desfachatez de tu baile
la postura encorvada de tu piel
tus ojos sin color aparente
y la rayita que dice ser tus labios . . .
Todos ellos ya me dan igual,
no importa cómo los enumere
cómo los ordene o los piense,
me dan igual.

Reemplazada por lo que alguna vez fui 
para sus ojos
reemplazada por polleras más cortas
labios más carnosos
poesía sobre poesía
y la delicada ambición 
de ser un poquito más interesante que ayer.

27/9/11

Cama eterna, gotas de calor
humo y pajaritos
flores y relámpagos.
Tus manos dejan de ser manos
son piernas, brazos, vientre y sexo.
Mis ojos dejan de ser ojos
y se convierten al fin en
caleidoscopios.

Centrifugando emociones
posteando sensaciones
despotricando caprichitos de niño bien
licuando información
aspirando actualización
libertinaje ideológico barato
de algo que no sabes.


¿ Y qué ?


El mundo está plagado de opinólogos
y yo, una más de esa estirpe berreta
que fomenta la nada misma
creyendo que fomenta la Revolución.


CON MAYÚSCULA.


Ja, ja, y más ja por el resto de los días.
El recuerdo adolescente del vacío existencial
un cigarrilo, un chupetín
una caricia de mamá
coger sobre el pasto mojado.


Los gritos desesperados 
agarrando los barrotes
en la oscuridad de un dormitorio abandonado
oscuro
desesperada.
Berridos a la Rocamadour 
y la simple soledad de una noche más.


La angustia de correr sobre la arena húmeda
descalza, 
con cada poro a flor de piel.
Todo atemporal, asocial, 
casi estúpido, inmoral.
¿Debería haberlo dejado ir?
El miedo a la soledad.
A ese vacío existencial.
Hacía frío y no sabía si mis ojos se habían congelado en un espejo por el que seguramente había pasado y me había mirado -no detenidamente, pero si una fugaz miradita medio egocentrica medio no- y por eso estaba ahí en un lugar sin espejos pero viéndome a mi misma. Una versión más linda de mi misma, seguramente más inteligente, más artista, menos vendedora, mejor amiga, mejor amante, mejor todo, menos mucho.
Cuando gire en mil vueltas hacia la izquierda entendí todo. Y entender todo a veces es una poronga.