17/1/09

Teclas

Mientras se consumia el cigarrillo entre los infinitos dedos del destino, la mascara de hipocresia se iba despegando como en un baile acuoso de su aterciopelada piel. desnudo estaba ante la gran multitud que aplaudia a la nada i nada aplaudia, i el miedo se instalo en cada poro de su ser i su alma se regalo cual prostituta al mundo. el grueso escudo de metal, gigante i meticulosmente armado, que cubria su ser en totalidad absurda, ya no estaba. lo habia abandonado, se habia cansado de su incoherente forma de actuar i lo dejo expuesto de una vez por todas.
Yo lo vi, yo te vi. a flor de piel caminabas sobre el cordon cuando divise a lo lejos la sangre que escupia tu cuerpo. i yo te vi, i ame eso a lo que tanto miedo le tenias, eso que tanta repulsion te causaba, vos...

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