15/12/10

No tengo que forzar a la poeta, que no soy yo sino que es otra,  ya sé, me lo dijeron un par de miles de veces mientras caminaba por tus libros, sorbía de tus dedos y galopaba tus sueños, mientras masajeaba tus ideas, rimaba con tus ojos y escondía tus pies. Me lo dijeron, y se sabe que cuando te lo dicen tenes hacerlo. Así me enseñaron. Y siempre lo cumplí al pie de la letra, créeme, pero hoy quiero. Quiero forzar a la poeta.
Quiero exprimirle con una juguera gigante - porque la poeta es, de hecho, gigante - todos esos adjetivos que vomitó una vez y nunca más, esas curvas de eses y rectas de tes, y robarle cinco eufemismos, extirparle ocho metáforas y cincuenta verdades. 
Ahí viene.
Silencio.


No pude.

1 comentario:

  1. me gusta el desdoblamiento entre ella y vos! pero recorda q son la misma persona solo que somos multidimensionales! ella tambien es amiga, es hija, es actriz, vendedora y lo que te propongas!solo vos te definis nadie mas te etiqueta, ni delimita.

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